El mercado de la alimentación saludable se caracteriza por una alta heterogeneidad, derivada de la diversidad de motivaciones, estilos de vida, restricciones alimentarias y expectativas de los consumidores. A partir del análisis del comportamiento del consumidor, tendencias del mercado y variables de segmentación tradicionalmente aceptadas en la literatura de marketing, es posible identificar diversos segmentos relevantes.
Entre los principales segmentos se encuentran: personas orientadas a la pérdida o control de peso; consumidores con restricciones alimentarias específicas (como intolerancias o dietas especiales); deportistas y personas físicamente activas; profesionales con limitaciones de tiempo para la preparación de alimentos; y consumidores interesados en el bienestar integral y la prevención de enfermedades.
Para una comprensión más profunda de estos segmentos, se consideran variables demográficas (edad, nivel educativo, ingresos), psicográficas (estilo de vida, valores, actitudes hacia la salud), geográficas (zonas urbanas o suburbanas) y conductuales (frecuencia de consumo, preferencia por servicios digitales, nivel de lealtad). Esta aproximación multidimensional permite identificar oportunidades estratégicas y evaluar el atractivo de cada segmento.
